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¿Podemos regular las emociones?

“Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.”

Bernardo Statmateas

Según Lazarus, ”las emociones son reacciones psicofisiológicas organizadas que se producen en el sujeto o informaciones del ambiente que son relevantes para él”.

Las emociones nos permiten entender nuestras motivaciones, aquello que consideramos importante, los valores y creencias. “Son el reflejo de estados afectivos personales y colectivos, influyen en las relaciones interpersonales y grupales y expresan nuestras reacciones ante los valores, costumbres y normas sociales que dan cuenta de las diferencias culturales” (Guedes Gondim & Estramiana, 2010).

Según Ekman & Oster (1981). Los estudios transculturales determinaron que, ante la presentación de una serie de fotografías de rostros que expresaban diferentes emociones, observadores de diferentes culturas denominaban de la misma manera a determinadas expresiones faciales. Estos observadores pertenecían a diferentes culturas, incluso algunos grupos de observadores eran miembros de tribus no letradas, los cuales crecieron aislados de los medios de comunicación de comunidades letradas.

Además, en dichos estudios se observó que miembros de diferentes culturas (letradas y no letradas), mostraron las mismas expresiones faciales al experimentar la misma emoción. Una excepción a esto es en aquellas culturas con amplio control social. Los individuos pertenecientes a estos grupos, por ejemplo Japón, expresaban abiertamente la emoción cuando se encontraban solos, pero mostraban mayor control cuando había otras personas.

Con lo cual, se concluye que las microexpresiones faciales son innatas, programadas biológicamente, y la cultura influye con normas acerca del grado en que se deben expresar las emociones.

e puede intervenir desde la educación emocional sobre cada uno de los componentes de la emoción. La intervención en el componente neurofisiológico supone aplicar técnicas de relajación, respiración, control físico corporal, etc.

La educación del componente comportamental puede incluir habilidades sociales, expresión matizada de la emoción, entrenamiento emocional, etc.

La educación del componente cognitivo incluye reestructuración cognitiva, introspección, meditación, cambio de atribución de la causa, regulación emocional, etc.

Es importante entender que la valoración de un evento

Según la teoría de la valoración automática de Arnold (1960), aceptada por la
mayoría de estudiosos de la emoción, tenemos un mecanismo innato que valora cualquier
estímulo que llega a nuestros sentidos. Es como una especie de scanner, como los que hay
en la zona de control de los aeropuertos, que detecta cualquier información y activa la respuesta emocional.

Se ha de tener en cuenta que la valoraicón del evento, según la teoría de la valoración automática de Arnold (1960), aceptada por la mayoría de estudiosos de la emoción, señala que tenemos un mecanismo innato que valora cualquier estímulo que llega a nuestros sentidos. Es como una especie de scanner, como los que hay en la zona de control de los aeropuertos, que detecta cualquier información susceptible de activar la respuesta emocional.