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Educar en casa con inteligencia emocional

inteligencia emocional

Se dice fácil, pero es un poco complejo. Lo primero a tener en cuenta es la importancia de conocer nuestras emociones y saber regularlas de forma adecuada.

Hacer educación emocional implica aprender a desarrollar diferentes habilidades personales, tanto de comunicación como emocionales. Es posible adquirirlas dia a día con mucha consciencia de lo que hacemos y decimos.

Los padres somos los referentes para nuestros hijos y si nuestro comportamiento no es el adecuado, es muy difícil que nuestros hijos tengan herramientas para que puedan gestionar sus propias emociones.

Según Goleman, “las personas desarrolladas emocionalmente son personas que gobiernan adecuadamente sus emociones y que también saben interpretar y relacionarse efectivamente con las emociones de los demás. Estas personas suelen sentirse más satisfechas, son más eficaces y capaces de dominar los hábitos mentales que determinan la productividad. Quienes, por el contrario, no pueden controlar su vida emocional se debaten en constantes luchas internas que socavan su capacidad de trabajo y les impiden pensar con suficiente claridad”

Debemos tratar a nuestros hijos como personas que piensan y sienten, no solo hemos de centrarnos en la escuela, sino preguntarles que podemos hacer nosotros para mejorar como padres, te aseguro que te darán muy buenas respuestas.

Hemos de confiar en su potencial y su bondad natural, escucha sus explicaciones con atención antes de corregir y gritar, hemos de saber que sienten.

Sus emociones han de ser validadas y luego educadas. Es importante tener en cuenta los tiempos de cada niño. Como nosotros, sienten emociones contrarias, pueden querer a sus hermanos a amigo y pelear con ellos, acaso nosotros no nos pasa lo mismo con un amigo, familiar o compañero de trabajo. Pues igual a tus hijos.

Hemos de ayudarles a identificar, expresar, comprender y transformar sus emociones, del malestar al bienestar. Hemos de tener recursos variados tanto corporales, artísticas, simbólicas, lúdicas, etc.

Evitemos proyectar nuestras emociones en ellos, es muy común hacerlo inconscientemente. Si estamos nerviosos mejor tomarnos una pausa y luego hablar con ellos.

La mejor manera de aplicar la inteligencia emocional en casa es que nosotros gestionemos bien nuestras emociones en el día a día.