Hijos, Niños

Enseña a tus hijos a Expresar lo que sienten y saber poner sus límites

A veces con nuestra mejor intención celebramos cuando el niño cede con algún amigo, con sus hermanos o en muchas situaciones; podemos convertir el valor de la generosidad tan alto que entienden que siempre se ha de ceder.

Es correcto que sepan ceder, pero hemos de educar en el equilibrio; es decir enseñarles a que expresen lo que sienten y luego puedan poner sus pequeños límites.

Sin lugar a duda, por mucho que les demos el discurso de que han de expresar lo que sienten y que deben saber decir no, el ejemplo es lo que manda. Si como padres tenemos la capacidad de ser ASERTIVOS, tenemos mucho terreno ganado.

Ser asertivos es saber comunicar y expresar nuestras emociones, cuáles son nuestras necesidades o nuestros límites, pero con amabilidad y respeto.

Si en casa somos padres agresivos o pasivos, es lo que nuestros hijos aprenderán: La asertividad sería el punto medio, la comunicación equilibrada.

Un primer paso es enseñarles hablar desde el Yo, cuando son pequeños te dicen “mira lo que me ha hecho y dicho fulanito”, aquí ya podríamos escucharlos y luego crear el espacio para que digan cómo se han sentido con esa situación (sería la semilla de la competencia de autoconocimiento que empieza a emerger)

Otra de las formas para que los niños sepan poner sus límites es enseñarles a desarrollar su capacidad de llegar a acuerdos, no siempre ha de ser si o no; en casa es donde se entrena estas capacidades, si generamos un clima de confianza para que se puedan expresar.

Estas dos capacidades, ayudarán a desarrollar su autoestima, porque les enseñas a expresar sus emociones, sus necesidades y sus límites (autoconocimiento) y mientras más se conozcan más aprenderán a conocerse y a valorarse.

Enseñar respeto ha de empezar por enseñar a respetarse a uno mismo. La famosa AUTOEMPATIA, desde la comunicación no violenta se nos plantea cuatro pasos para desarrollarla.

-Observo lo que está ocurriendo
-Comparto mis sentimientos y emociones
-Comparto mi necesidad y mi petición
-Llego a un acuerdo

Por tanto, es posible ayudar a nuestros hijos a desarrollar estas competencias.